LA IDEA: Cuando los molinos mareales entraron en desuso este vetusto edificio quedó obsoleto utilizándose posteriormente como almacén de sal. La sal se almacenaba formando pequeñas pirámides.
Como base del diseño de la intervención, se pretende que al entrar al edificio sigan estando las montañas de sal que se acumulaban antaño en este entrañable molino.
El protagonismo de las paredes de piedra ostionera es patente, envuelven todo el edificio siendo los muros los protagonistas de esta intervención. Están omnipresentes y son los verdaderos protagonistas de este proyecto.
EL PROYECTO: Las obras a realizar consisten en la adecuación del Molino del Caño para la creación del Laboratorio de Investigación Gastronómica, para lo que se han diseñado diferentes áreas.
Se pretende que el edificio sea un recorrido para el visitante. Que el trayecto por diferentes estancias, la mayoría abiertas visualmente, sea un sugeridor de sensaciones y no sólo las diferentes estancias tengan un uso específico, como la pescadería, la pastelería, la cocina …, sino que formen parte de la experiencia, formando parte de un recorrido.
Fotografías: Juanma Marroquín y Basilio Iglesias